Incluso usar sprays limpiadores una vez por semana puede aumentar el riesgo de asma entre un 30% y un 50%.
Y sin embargo, seguimos usándolos todos los días, alrededor de nuestros hijos, mascotas y alimentos.
Sprays liberan una niebla fina de COVs (compuestos orgánicos volátiles) que permanece en el aire durante horas.
Ese “olor a limpio” puede parecer agradable, pero lo que estás respirando no lo es.
Muchos productos de limpieza contienen disruptores endocrinos — químicos que alteran tu sistema hormonal.
Y lo más preocupante: la mayoría no figuran en la etiqueta.
Si ves la palabra “fragancia” o “parfum” en un envase, no sabes lo que contiene.
Ese único término puede ocultar decenas o incluso cientos de químicos no declarados.
Entre ellos:
Incluso muchos productos “naturales” o “eco” los incluyen.